Por: Pastora Loida Tejera
He predicado durante años el llamado a la Mujer a ocupar su lugar en Dios, no como guerrillera sino como guerrera, ni como activas en la obra, o sea ocupadas, sino como mujeres efectivas que hacemos lo que nos toca.
Lo digo porque si hay modas de congreso también hay de los temas que allí se tratan y en lo personal he visto muchos que motivan a las Mujeres a empoderarse de ellas mismas haciéndole vanagloriosas, altivas y desobedientes lo cual es pecado.
No crea usted que el pecado se lo venderán como adulterio o fornicar; no…. será con elevación del yo hasta el punto de quitar las estructuras básicas dadas por el señor, como al marido de su lugar de cabeza del hogar o al pastorcito que tienes y no te deja fluir en todo lo que tienes (con esos mismos términos lo he escuchado en algún congreso de mujeres y ellas aplauden eufóricas), y ponerse ella.
Por eso entiendo que el principal llamado de este tiempo es a permanecer en humildad aún cuando el señor nos haya entregado todo, la verdadera grandeza de la mujer es estar postradas delante de el que nos llamó.
Débora la jueza no salió con una espada en la mano delante de Barac, ella fue la profetiza que oraba mientras los hombres peleaban; Ester no usó el vestido sexi ante el rey Asuero, fue a orar por tres días; Ruth no conquistó a Booz con su astucia fue su obediencia a Noemí y la lista es larga, claro la única fue Dalila.
El llamado es a volver a la oración, el ayuno, estar horas escuchando a Dios, buscando su respuesta antes que la de los hombres, no hay nada que una mujer no pueda lograr luego de salir de un tiempo de oración.
Si hay algo que esta generación necesita ver no es una nueva profeta, o súper pastora fluir con más unción que la otra, ni la que vocifere lenguas o tenga más fuego.
Lo que se necesita es una mujer postrada.
El lugar más poderoso y seguro Postradas.
Si hay enfermedad en tu casa, hijos desobedientes, maridos con problemas: Entra a tu aposento y cierra tu puerta y póstrate en lo físico pero en lo espiritual y permanece Postrada hasta que el padre te hable y tome sujeción de los problemas.