Nueva York.-La clase política estadounidense, desde Ronald Reagan a Barack Obama, se entregó al neoliberalismo, acumulando unos 140 millones de pobres en la nación mas rica del mundo. El presidente electo Joe Biden lleva 47 en Washington, construyendo el sistema político-económico que produjo nuestra pobreza multirracial.
Los desafíos de Biden serán revertir las desigualdades que ayudó a construir desde el Senado y la Casa Blanca, si fracasa, la clase política colapsará para siempre.
Debe cambiar el sistema educativo caduco, que perpetúa el racismo y las desigualdades económicas, por uno más actualizado. Debe cancelar deudas estudiantiles, y promover una reforma migratoria seria.
La mayoría de los 80 millones que votó por Biden, blancos, negros, nativos, latinos y asiáticos pobres, todos esperan acciones contundentes contra la pobreza y el racismo.
El martes cinco de enero serán las elecciones especiales en Georgia, ahí se decidirá el control del Senado, gane quien gane, estos cambios son urgentes e impostergables.
Los demócratas se especializan en no cumplir sus promesas y acusar a los republicanos de obstruir sus políticas. Esta será su última oportunidad para cumplir aquellas promesas.
Biden no necesita el control congresual para imponer su agenda, los republicanos, sin controlar congresual, imponen la suya.
Como senador en 1999, Biden votó para eliminar las regulaciones bancarias eso produjo la crisis inmobiliaria y el colapso financiero del 2008, luego “confesó” que “estoy arrepentido”.
Obama y Biden le entregaron miles de millones a los banqueros tramposos que provocaron el colapso, también le permitieron retener propiedades y dinero ajeno. Quienes perdieron casas y dinero, mantienen la deuda inmobiliaria.
Esas políticas profundizaron las desigualdades económicas, después Obama y Biden deportaron a tres millones de indocumentados.
Biden sabe perfectamente como llegamos aquí, él sabe como devolverse, ¿retornará, o se “arrepentirá” de no haber retornado?.
Ojalá Biden decida reinvindicarse.