Cualquier momento es perfecto para dar ese toque de amor a quienes viven cerca y lejos de nosotros.
Por Dominga Valdez
Con tantas formas de hacer llamadas gratis, no hay excusas para mantener olvidados a los seres que amamos.
Las personas mayores no usan redes sociales y vale millones sus voces alegres cuando nos escuchan.
Llamar a nuestro hermanos, primos, tíos, sobrinos, comadres, compadres, antiguos compañeros de estudios amigos y ex vecinos.
Llamar al dueño del colmado que me fiaba leche Nido, para mis hijos, decirle una y otra vez que vivo agradecida de su gesto solidario.
Llamar a esa vecina del barrio que nos miró jugar descalzos y nos cuidaba mientras nuestros padres no estaban.
Es muy frágil e impredecible la vida, por tanto dejemos de vivir sumergidos en tantas cosas y olvidarnos de pequeños detalles que hablan sin palabras.
Llamar inesperadamente a ese tío o tía enfermos allá en el campo, simplemente para preguntar ¿Cómo están?
¿Cómo va todo allá?
Llamar para reforzar el amor, la solidaridad humana y ser diferente en nuestro accionar diario.
Llamar unos minutos para hacernos sentir y que la otra persona sienta que a pesar de las tecnologías, los llevamos presentes siempre.
Cualquier momento es perfecto para dar ese toque de amor a quienes viven cerca y lejos de nosotros. Los mensajes de WhatsApp y textos son excelentes, pero nada como esa llamadita que alegra el alma.
El amor se expresa en vida.
Unos minutos, que gastemos en realizar una llamada no nos afectará en nada, por el contrario, dejaremos ver que la distancia, no es causa del olvido.