A partir de los cuarenta años de edad, el cuerpo humano reduce la producción natural de la espermidina, por lo que se debe reforzar su presencia mediante una dieta adecuada.
Un equipo internacional de científicos ha logrado demostrar por primera vez que la espermidina, una molécula de origen natural, conocida por ayudar a prolongar la vida en especies animales y vegetales, posee un efecto similar en los seres humanos.
El estudio siguió la dieta de 829 personas, entre los 45 y los 84 años, desde 1995 hasta 2015, y demostró que dicha sustancia, presente en los quesos curados y también en las leguminosas y en ciertos cereales, podría prolongar la vida hasta en cinco años: los resultados revelaron que la mortalidad disminuyó tras una ingesta creciente de esta.
La dieta adecuada
La espermidina, que se produce de forma natural en los seres humanos, está presente principalmente en los espermatozoides, las bacterias intestinales y algunas células. Al respecto, Stefan Kiechl, de la Universidad de Innsbruck (Austria) y autor principal del estudio, señala que la cantidad de esta molécula producida por nuestro organismo «disminuye a medida que envejecemos, especialmente, si no seguimos una dieta adecuada».
A partir de los cuarenta años de edad, el cuerpo humano reduce su producción natural, por lo que debe reforzarse su presencia en nuestro organismo mediante el consumo de col, guisantes, cereales, manzanas, lechugas, setas, nueces, papas o queso, entre otros alimentos ricos en espermidina.
¿Cuál es su secreto?
El efecto antienvejecimiento de esta molécula se basa en su capacidad para estimular el proceso de auto limpieza de las células, que degrada los componentes defectuosos o innecesarios en su interior. Con la edad se disminuye esta capacidad, lo que puede provocar el depósito de sustancias de desecho que pueden conllevar a tumores, demencia, diabetes o aterosclerosis.
FUENTE: ACTUALIDAD.RT.COM