Por Homero Luciano
Las nuevas tecnologías, aplicadas en la comunicación, son herramientas indispensables para el accionar en el mundo actual.
Es esta una de las razones por lo que en los Estados Unidos, los suscriptores de servicios inalámbricos cuyos equipos tienen la capacidad de recibir mensajes de texto, se vean interrumpidos en un momento determinado, con la “Alerta Amber”.
La America’s Missing: Broadcasting Emergency Response (AMBER), es un acrónimo, para legar a Amber Hagerman, una niña de 9 años que fue raptada y asesinada brutalmente el 12 de enero del año 1996, en Arlington, Texas.
Este crimen ignominioso, motivó a que la industria de la comunicación, a través de la tecnología inalámbrica, conjuntamente con el Departamento de Justicia, el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC), crearan en todo los Estados Unidos, la Iniciativa de Alertas Inalámbricas AMBER (“Wireless AMBER Alerts”) con el propósito de ayudar a encontrar niños sustraídos o raptados.
Se relata que la primera prueba de Alerta Amber, se ejecutó en 1996 en KRLD Radio Studio en el Parque de Pelota en Arlington, TX, y en abril de 2003, el presidente George W. Bush firmó la Alerta AMBER como legislación, por lo que es un programa nacional.
Una autopsia al cadáver de Amber Hagerman reveló que su garganta había sido cortada. Ella había estado viva dos días antes de ser encontrada. Se ofertó una recompensa de 75.000 dólares por información que condujera al asesino de Amber. La Policía realizó una investigación a gran escala, pero aún 22 años después no se ha podido encontrar al asesino.