Esas personas que ves caminando y quizás sonriente, van luchando en silencio batallas diferentes a las de cada quien, a las nuestras, aunque no lo parezca, caminan afectados emocionalmente.
Esa es la vida, una lucha constante desde el vientre de nuestras madres, la vida es una batalla sin tregua.
No te dejes vencer, lucha, levántate y continúa.
Las situaciones nos permiten evaluar nos, valorar lo que tenemos y a quienes tenemos al lado.
Nos permiten analizarnos y crecer, nos crean seres humanos fuertes y resilientes.
Hay que estar fortalecidos en la fe para que las situaciones que nos visiten no logren derrumbarnos.
Soy guerrera.
Soy hija de Dios.