Fuente: listindiario.com
La Policía de Hong Kong disparó este domingo un tiro de advertencia al aire, hecho que sucede por primera vez desde que comenzaron las manifestaciones hace doce fines de semana, al encontrarse seis agentes «con sus vidas en peligro», informó hoy la Policía en un comunicado de prensa.
«Rodeados, bajo ataque y viendo sus vidas amenazadas, seis agentes sacaron la pistola mientras lanzaban advertencias a los manifestantes. Para proteger la seguridad de otros agentes y la suya propia, y sin más alternativas, uno de los policías disparó un tiro de advertencia al aire», indicó el texto.
El incidente se produjo en el barrio de Tsuen Wan, donde se desarrolló la manifestación de este domingo, en un momento en el que un grupo de manifestantes violentos superaba en número a los agentes y les estaba atacando con tuberías y barras metálicas.
Los policías habían acudido al lugar en torno a las 20.00 hora local (12.00 hora GMT) tras recibir avisos de que había vándalos destrozando los escaparates de algunas tiendas de la zona.
Este fin de semana de manifestaciones fue un contraste brusco respecto al anterior, en el que las protestas se desarrollaron de manera totalmente pacífica sin enfrentamientos destacables entre policía y manifestantes.
La Policía tuvo que recurrir al gas lacrimógeno y a los cañones de agua este domingo para dispersar a los grupos de manifestantes violentos que les atacaron con barras de hierro, lanzaron ladrillos, cócteles molotov e improvisaron barricadas en las calles de la región administrativa especial.
Según el cuerpo, al menos 15 agentes de la Policía de Hong Kong resultaron heridos este domingo, y tuvieron que recibir tratamiento médico.
Asimismo, la fuente anunció que había arrestado a 29 personas, de entre 12 y 48 años, por «reunión ilegal, posesión de armas ofensivas y ataque a agentes de policía».
Además, la policía hizo un llamamiento a que la gente se distanciara de los manifestantes violentos.
La Policía de Hong Kong ha recibido duras críticas por lo desmedido de su gestión de las protestas, y una de las demandas de los manifestantes prodemocráticos es el establecimiento de una comisión independiente que investigue la brutalidad policial.
El mismo domingo se registró otra insólita marcha de familiares de policías para pedir al Gobierno que no utilice a la Policía de la urbe como «chivos expiatorios» para solucionar el conflicto, sino que apueste por el diálogo político.
A pesar de que las protestas comenzaron ante un polémico proyecto de ley de extradición, las demandas de los manifestantes se han ampliado y reclaman una mejoría de los mecanismos democráticos de la ciudad y, en definitiva, se oponen al autoritarismo chino.
Pekín asegura que detrás de las protestas existe una «mano negra» y ha señalado a «algunas fuerzas de Estados Unidos» como responsables.
Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997 y bajo la fórmula «Un país, dos sistemas», el Gobierno chino se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental hasta 2047.