Empeora situación de Trump

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Nueva York.-El Presidente Donald Trump tuvo la peor de todas las semanas posibles, tanto en política exterior como interna.

La decisión de retirar las tropas estadounidenses de Siria crea un vacío de poder que tendrá serias consecuencias para el balance del poder político en la región.

Las decisiones político-militares nunca deben tomarse  simplemente “porque si”.

Internamente las cosas están peores, dos asistentes de Rudy Giuliani, abogado de Trump, cayeron presos por delitos de financiamientos de campaña.

Giuliani está bajo investigación.

En la Cámara de Representantes avanzan los preparativos del “impeachment” contra Trump, en sondeos de opinión más de la mitad de la nación apoya el “impeachment”.

La posibilidad de su destitución todavía no está clara porque faltará que la mitad de los senadores republicanos  estén dispuestos a destituirlo.

Si a la crisis política se suma una crisis económica, sería el fin del accidentado gobierno de Trump.

Un “impeachment” es un procedimiento legal para remover al presidente, en esencia, un juicio político.

Los legisladores no votan, en esos casos, basado en argumentos legales ni en posiciones partidarias.  Esta gente vota de acuerdo a la popularidad o impopularidad del presidente dentro del distrito que ellos representan.

Un demócrata en un distrito  donde Trump tiene muchas simpatías, nunca votará para destituirlo, porque sus votantes no quieren eso. Si vota por la destitución sus votantes votarán contra él en las próximas elecciones, todo el mundo sabe eso.

El Senado, que es donde se toma la decisión final, tiene 53 republicanos, 47 demócratas y dos independientes.

Para destituir al presidente deben votar a favor dos terceras partes de los senadores. Eso solo es posible si la mitad de los republicanos votan contra su partido y su presidente.

Solo algo realmente catastrófico puede hacer que la mitad de los senadores republicanos voten contra Trump.