Un pícher dominicano a las Grandes Ligas como soldado de Dios

0
7938

«Este día me contrataron, estaba que no me lo creía, fue algo maravilloso en mi vida después de tanto luchar por llegar más lejos en este deporte. Y aquí estoy dando lo mejor de mí, y todo se lo debo a Dios».

Por Jacqueline Tineo

Agosto 31, 2018, Killeen Texas –  Perseguir tus sueños, luchar por ellos, no son simples palabras de motivación, o empuje que muchas veces nos decimos a nosotros mismos, u otras personas nos dicen. Nuestros sueños, son nuestra inspiración, son el motor que nos mantiene enfocados, y nos ayuda a levantarnos una y otra vez hasta alcanzarlo. Este es el caso de un joven dominicano, nacido en un pueblito llamado San Victor, hoy municipio de la provincia Espaillat, de la República Dominicana.  El es Daniel Antonio Sánchez Rodríguez.

Sánchez estudiaba medicina en la universidad y decidió dejarla cuando le ofrecieron contrato para firmar con una organización de grandes ligas. No dudó un instante, pues se acercaba a la ventana de alcanzar sus sueños como jugador de  beisbol en las Grandes Ligas.

JT – Qué te motivó hacer deporte y elegir el  beisbol?
DS – Mi padre Juan Pablo Sánchez Sánchez siempre fue deportista y me inculcó el amor por el deporte y en especial por este, el beisbol, a parte de que en República Dominicana se respira beisbol, y desde la primera vez que tuve una pelota de beisbol en mis manos, amé este deporte.

JT- Has vivido muchos procesos en tu vida para llegar a las Grandes Ligas. Cuétanos de estos procesos?
DS– Los procesos que he vivido fueron muchos y muy dolorosos. Viví muchas frustraciones a veces decepcionantes,  lo digo porque tratando de alcanzar el sueño de que algún equipo de Grandes Ligas me firmaran, me esforzaba y sacrificaba para llevar mi cuerpo al límite y decepciona cuando delante de los scout, haces un buen trabajo y que este simplemente no lo tome en cuenta. También es una batalla espiritual para los creyentes como yo, porque fueron muchas las veces que me pregunté si Dios me escuchaba o por qué me dio el talento de jugar beisbol y ningún equipo se interesaba en mi. Estos procesos duelen, no es tan fácilmente como muchas personas ven el beisbol desde fuera.

JT- Háblame como fuiste elegido?
DS– En este deporte los encargados de firmar a un nuevo talento, son los scout ( caza talentos). El  día que me encontraba entrenando en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, en la capital Santo Domingo, y llegó un scout de los Piratas de Pittsburgh, me puso a lanzar y le gustó la velocidad con que lancé  en el radar y los demás picheos. Este día me contrataron, estaba que no me lo creía, fue algo maravilloso en mi vida después de tanto luchar por llegar más lejos en este deporte. Y aquí estoy dando lo mejor de mí, y todo se lo debo a Dios.

JT -Desde cuando estas en México?
DS- A México llegué con una selección de beisbol dominicana en el 2011. Desde entonces me he quedado jugando aquí profesionalmente.

JT- Cómo ha sido tu vida como jugador profesional de beisbol?
DS- Es una vida y carrera muy bonita si se sabe llevar con disciplina, respeto y se valora. Este deporte como todo en la vida, tiene sus altas y bajas, con momentos muy hermosos pero también unos muy dolorosos.

JT- Cuéntanos como viviste aquel tiempo que tuviste un desgaste en tu codo?
DS- Creo, sin temor a equivocarme, que este ha sido uno de los momentos más horrible de mi carrera y mi vida, porque cuando me operaron de mi brazo, no sabía si iba a volver a jugar. Fue una operación muy grande y delicada. Con toda esta situación entre en un conflicto espiritual. Me peleaba con Dios, sí, le decía que por qué permitía me pasara esto, pues yo le era fiel y guardaba sus mandamientos, que se fijara que yo era hijo único y tenía que mantener a mis padres (ayudarles económicamente), a parte de mantenerme yo mismo. Duré más de 7 meses sin poder jugar en un equipo profesional por la operación, pero me mantuve como Jacob “hasta que no  me bendigas no te dejare ir”. En medio de todo este proceso, hubo una persona que nunca me dejó sólo, a parte de Dios, mi novia Perla Carvajal Peña. Ella estuvo conmigo apoyándome moralmente y espiritualmente, dándome ánimo para que saliera adelante y no dejara que esa situación me desenfocara, y aquí estoy agradando a Dios por todo lo que ha pasado después de mi operación.

JT- Eres famoso por ser un lanzador, te preocupa que llegue a sucederte algo  y no poder volver a lanzar?
DS- Famoso no me considero, pero sí me conoce mucha gente, pues he ido a varios países.
De sucederme algo y no poder volver a lanzar, sería para mi algo muy devastador. Ya pase  por una operación, y no quisiera otra. Este deporte es mi pasión,  lo amo y todavía no estoy en el punto de mi carrera donde quiero llegar, no he llegado a pensar en no jugar mas, pues estoy joven para pensar en eso, pero Dios es quien sabe hasta cuando me tiene en esto, El me dio este talento y el sabe cuando me lo quita.

JT – Me he dado cuenta que eres cristiano, es tu fe en Dios el que te ha sostenido y posicionado hoy?
DS- Sí, soy cristiano, y Dios es quien ha obrado en mi  en cada segundo de mi vida, todo se lo debo a El, aún cuando he sido un pecador, El ha estado ahí para perdonarme y darme siempre una nueva oportunidad para que haga las cosas bien, y esto se lo debo a mi madre que desde niño me enseñó el camino de la fe y me instruyó en la fe que ella profesa, así como  dice la palabra de Dios Proverbios 22:6 Instruye al niño en la fe y cuando sea grande no se apartará de ella.

JT- Como joven dominicano que has emigrado a México tras tus sueños, que mensaje le das a los jóvenes de tu país?
DS- Le digo a los jóvenes dominicanos y del mundo, que la base del éxito en la vida está en las manos de Dios, después en la disciplina y perseverancia que le pongamos a todo lo que hagamos en la vida. No debemos preocuparnos por el éxito, porque no somos llamados a ser personas de éxitos, somos llamados a ser personas fieles a Dios, ese es nuestro mayor éxito.

Un gran Pícher con sensibilidad que le cree a Dios

Daniel Antonio, es un joven muy sensible. Afirma que le duele de este mundo la indiferencia a Dios, la falta de amor por la vida y la falta de valores. Así mismo afirma que lo que más ama es a Dios, quien le ha dado la vida y todo lo que el tiene, a su madre Nelia Rodriguez Lora, y le da alegría y esperanza saber que “aun queda mucha gente buena en el mundo que se esfuerza por hacer la diferencia”.

Para Sánchez, estar lejos de los suyos, de sus padres, y a pesar de trabajar en lo que más le apasiona y ama, no le quita ese sentimiento de extrañar profundamente a su familia. “es un trabajo que te aleja de la familia te pierdes de momentos especiales de la vida de tus seres queridos que no vuelven, de amistades entrañables, pero son situaciones con las que tengo que luchar y de la mano de Dios se que las cosas son menos pesadas”.

Sus metas futuras es formar una familia, tener su negocio propio y tratar de seguir agradando a Dios “para un día poder estar a su lado”.